Corría el año 2005. Las salas de chat llevaban ya varios años en declive, Facebook era todavía un club privado y no se habían fundado ni Twitter ni Tuenti. Ante este panorama, a los crecientes usuarios de internet no les quedaba otra que organizarse en foros según sus intereses o mudarse a MySpace. Y aunque seguro que la red social preferida de Justin Timberlake da para muchas historias, en esta nos ocuparemos de los foros.
De vez en cuando denominados como tablones de discusión, se trata de unas páginas en las que los usuarios se pueden registrar para hablar sobre sus temas preferidos y pasar un buen rato. Obviamente internet es un lugar muy libre y, como veremos más adelante, también existía la opción de registrarse para, haciéndole gala a la denominación anterior, discutir y pasar un mal rato. Faltaría más.
Pero no adelantemos acontecimientos. Fue en uno de esos foros llenos de alegría y entusiastas participantes en el que descubrí los juegos que se podían llevar a cabo en ese ecosistema. Combinando la palabra escrita y alguna que otra imagen, los foreros intentaban adivinar el grupo musical escondido de un haikú, jugaban a las cartas o intentaban escribir una historia entre todos. Por aquella época había participado en varios de esos hilos, pero había unos en especial que me atraían con más ganas, aunque nunca me había animado a participar porque exigían un compromiso considerable y temía que mi inglés no estuviese a la altura para jugar en ese idioma. Se trataba de las partidas de Mafia.
Mafia es un juego nacido en la URSS de 1986 en el que se modela un conflicto entre una minoría informada (la mafia) y una mayoría desinformada (los ciudadanos). Una partida tiene dos fases que se van alternando. Durante la noche los mafiosos escogen a un ciudadano para matarlo, mientras que por el día se infiltran entre los mismos. Es entonces cuando todos los jugadores supervivientes debaten las identidades de los mafiosos y votan para eliminar a un sospechoso de la partida. El juego termina cuando todos los miembros de uno de los grupos han sido eliminados, obteniendo la victoria el equipo rival. Existe una versión comercial en la que, en lugar de ser mafiosos, la minoría la componen hombres lobo y encaja mejor en la temática de asesinos nocturnos que se camuflan entre los inocentes por el día.
Todos los jugadores debaten las identidades y votan para eliminar a un sospechoso
Aunque ideado como un juego para disfrutar en persona, Mafia se adapta muy bien a las características de los foros. A pesar de ello, estos dos enfoques requieren habilidades similares pero aplicadas de manera diferente si se quiere triunfar en el juego. En lugar de tener que mantener una cara de poker durante toda la partida, los mafiosos pueden aprovechar la cobertura de la distancia para elaborar con calma un discurso que logre engañar a los inocentes ciudadanos. Desde el punto de vista de los espectadores, en cada partida se crea una trama semejante a libros como Diez negritos en los que un grupo de personajes luchan por sobrevivir contra unos asesinos que merman sus números capítulo tras capítulo. De la misma manera que en la novela de Agatha Christie, los lectores pueden intentar resolver el enigma en sus cabezas y averiguar si serían más sabios que los personajes de la obra.
Me encontraba leyendo de esa manera una partida cuando se me ocurrió que sería más divertido preparar una en español en un foro que habían montado unos compañeros de facultad. La primera partida congregó a siete jugadores y fue un éxito. La siguieron un par más con todavía mayor participación y fue entonces cuando, aprovechando otras circunstancias, creamos un nuevo foro dedicado exclusivamente a jugar partidas de Mafia en español. La inercia que aportaron esos primeros jugadores apuntándose al nuevo sitio fue suficiente para comenzar con buen pie y tener un flujo constante de partidas en ejecución. Pronto comenzaron a unirse otros amigos ajenos a la facultad e incluso empezó a aparecer gente que había descubierto el foro por su propia cuenta y estaba dispuesta a unirse a unos desconocidos para participar en el juego.
Fue la edad de oro del foro. Cada vez que acababa una partida comenzaba una nueva de la lista de espera que habíamos acordado. Las plazas limitadas para jugar cada cada una de ellas se llenaban enseguida y la mayoría de participantes también querían disfrutar del desafío de crear una partida interesante. Las temáticas iban variando de partida en partida y lo mismo se ambientaban en la serie de televisión de moda en aquel momento que en una ópera con más de ciento cincuenta años de historia. De la misma manera, las mecánicas del juego y los personajes que interpretaban los jugadores también fueron incrementando su complejidad. En muchos casos ya no se trataba tan solo de una lucha entre un grupo que asesinaba por la noche y otro que intentaba conseguir su venganza obteniendo un consenso por el día, sino que podían aparecer muchas otras habilidades nocturnas, estilos de votación completamente diferentes o nuevas facciones con condiciones de victoria totalmente novedosas. Con todo esto, el foro cumplió su objetivo de cubrir el nicho existente y, estando varios órdenes de magnitud por debajo de la gran actividad de la referente en inglés, se convirtió en la página de Mafia más exitosa en español durante dos años.
Las discusiones iban ganando en agresividad, llegando a las malas formas
No obstante, el número de jugadores habituales se situaba en unas decenas y los mismos nombres se podían ver repetidos partida tras partida. Esto tuvo la consecuencia positiva de que se creó un metajuego sano en el que las tácticas evolucionaban y en el que cada vez había que prestar atención a más sutilezas. Por desgracia, los constantes conflictos dialécticos en los que se basa el juego terminaron por desgastar a varios de los jugadores. Las discusiones iban ganando en agresividad, llegando a las malas formas. Las rencillas personales que se desarrollaban en una partida eran transladadas a otras que no tenían nada que ver. En general, se creó un ambiente negativo totalmente alejado de la idea básica del juego: pasarlo bien. Ante ese ambiente los administradores del foro decidimos cortar por lo sano y cesar toda la actividad durante unos días, con el objetivo de que se calmaran las aguas y poder retomar las partidas más adelante. Muchos de los jugadores habituales se sintieron traicionados por el cierre temporal de la página y crearon un par de foros alternativos para seguir con las partidas. Mientras tanto, aprovechaban para expresar su malestar tanto por vías públicas como privadas.
Tras pasar un tiempo prudencial volvimos a abrir el foro. Teníamos la esperanza de que el tiempo hubiese cerrado las heridas y de que aquellos que más rencillas habían generado en el pasado se mantuviesen al margen de este nuevo lanzamiento. Volvieron a crearse hilos con nuevas partidas y con otras discusiones en las que se continuaban con las grescas previas, pero con el tiempo se consiguió que cada uno se encontrase a gusto en su propio rincón de internet. Aún así, todo esto había pasado factura y las divisiones hirieron al conjunto de la comunidad de jugadores de Mafia en español. Particularmente, el foro que yo administraba se mantuvo durante un año más pero con una actividad mucho más reducida, resultado del menor número de participantes y del desgaste producido por los enfrentamientos anteriores. Hoy en día se mantiene solo como histórico de las partidas y de los hechos que allí se sucedieron.
De vez en cuando alguien me sugiere que estaría bien resucitar el foro y retomar las partidas. Pero en esos casos yo solo pienso que el que lo propone es un mafioso y que me intenta engañar para su propio beneficio.