Llega el invierno, y con él llega el número #1 de nuestra revista. Tras el éxito de nuestro número #0, en otoño, nos hemos puesto manos a la obra para recibir al frío. En cada cambio de estación, tras tres meses de intenso trabajo, saldrá al mundo un nuevo proyecto de terrae. Porque, aunque el nombre y la esencia de la revista no cambian, sí cambian los temas que te ofrecemos, y también algunos de los autores que ponen toda su ilusión en transmitirte datos, conocimientos y sensaciones acerca de un tema que ellos mismos eligen. Podrán tratar este tema desde la perspectiva del experto, poniendo a tu disposición su dominio de la materia. Podrán hacerlo, tal vez, desde el punto de vista del que no sabe tanto, pero transmite una pasión excepcional por lo que te cuenta. De cualquier manera, podrás acceder en este rincón de la red a una serie de contenidos presentados en un modo que no es habitual.
Y decimos que no es habitual por varios motivos. Nos encontramos en la era de lo instantáneo; la explosión de las redes sociales en tiempo real provoca que podamos acceder a una cantidad enorme de información en cuestión de segundos. Esta circunstancia ha modelado, también, nuestro carácter. Somos adictos al aquí y ahora, necesitamos que nuestros ordenadores y teléfonos respondan al instante a nuestras órdenes, y si algo se puede decir que no nos sobra, es el tiempo. Es probable incluso que muchas de las personas que han empezado a leer este editorial, hayan ya abandonado, en búsqueda de otra pestaña que les proporcione otra cápsula de información inmediata.
terrae trata de convertirse en un contrapeso a esta tendencia. Así como el slow food busca valorar la gastronomía en su justa medida, con un ritmo diferente, disfrutando de cada plato, y promoviendo una filosofía radicalmente opuesta a la comida rápida, nuestro proyecto te anima a adentrarte de nuestra mano en un tema concreto, de forma más lenta y profunda de lo normal, ofreciendo un ritmo que se aleja de la vorágine habitual de datos.
Con esta idea, publicamos un número limitado de artículos para un periodo de tiempo razonablemente largo. No pretendemos que se lean todos en un día, porque además su variedad y longitud producirían cansancio mental. Al contrario, buscamos que nuestra revista se convierta en un oasis de conocimiento tranquilo, al que acudir de cuando en cuando durante los tres meses que dura una estación.
Sin más, te dejamos en compañía de nuestros autores. Esperamos que disfrutes. Y sobre todo, que aprendas. Sin prisa.